jueves, 30 de mayo de 2013

Melancholia

Melancholia, de Lars von Trier

Siendo un ser humano poco importa lo insignificante y efímero de la existencia.
El no ser más que una mota de polvo en el planeta Tierra, una anécdota en el tiempo y un pingajo en el universo.
Tú, que te crees un pequeño retazo de nada, eres un mundo para otros habitantes de este mismo mundo. Existen seres vivos que podrían forjar una civilización sobre la palma de tu mano.
Y mientras, los sentimientos que surgen de tu pequeño cerebro  son capaces de arremeter con tal fuerza que sientes poder mover planetas, y pueden llegar a ser tan abrumadores que sientas abarcar toda la atmósfera, con su propio color, su aroma y su peso.

En mentes de otras personas, sentimientos de amor pueden ensalzarte como el ser más importante de la creación, mientras en la tuya sentimientos de abatimiento te hunden en las más densas tinieblas.

Es sorprendente que digas que nada importa y todo es insignificante cuando ese mismo pensamiento en tu cabeza es para ti más inmenso que el mundo.
Siendo un ser humano poco importa lo insignificante y efímero de la existencia, porque alrededor, encima y dentro de ti se desarrollan y mueven universos enteros.

Es posible ser melancólico y, a pesar de ello... y por ello, ser feliz...
Basta dejar de ver el vacío como un negro pozo estático, pues si dejas de mirarlo fijamente,  con tan solo pasear la mirada distraída; deteniéndote por un momento a respirar hondo y aguzando el oído,... puedes verlo centellear y fluir; descubrir que tiene mas de un aroma y que se produce un agradable ruido cuando el viento pasa a través de él...

Cómic por Aaron Díaz, autor de Dresden Codak