Es la primera vez en mucho tiempo que siento la necesidad de desahogarme escribiendo, soltando simplemente para mí mas que para ser leído lo que me pasa por dentro... Pero como para eso están la mayoría de los blogs, aprovecho y lo copio aquí...
No os molestéis en leerlo, de verdad, esta entrada me da igual que no la lea nadie...
____________________________________________
Estoy cansado…
No puedo compaginar el luchar por mis objetivos con llevar
al día un deber que no creo.
Unas metas que no me parecen adecuadas ni a mis objetivos ni
a mi ritmo, pero los resultados “son oficiales”, son lo que se supone que
debería hacer. Se espera de mi que saque bien esos resultados porque “de una
manera o de otra valen”, porque “de todo se puede aprender”.
Hasta no haber estado dentro de esto, comenzando la segunda
etapa, a mitad de camino, no he podido comprobar que seguir aquí es un error.
¿Por qué me dejan este sentimiento de culpabilidad si no
saco bien esta etapa que, aunque no es lo que busco, ya está pagada? Estoy de
acuerdo con aprovechar esas clases, pero aprovechar lo que puedo aprender de
ellas no implica, requiere, precisa, sacar buenas calificaciones.
Piden esfuerzos con muy poca rentabilidad en la relación
aprendizaje-tiempo, ejercicios que a otro ritmo, podrían enfocarse mucho mejor,
más exigente con la comprensión y menos con los plazos de entrega.
Querer dejarlo, saber que los resultados no me van a servir
de nada, no me ayuda a esforzarme en sacarlos. Y aunque a mi no me preocupe,
mis padres no pensarán igual.
Que ya que estoy aquí este año, que no desaproveche la
carrera. Desaprovechar la carrera, desaprovechar la carrera… a riesgo de
parecer prepotente, lo que pienso es que la carrera me está desaprovechando a
mí (A mí y a la mayoría de mis compañeros).
No aprendo bien a este ritmo, no disfruto a este ritmo. Y si
no puedo disfrutar aquello que estudio por gusto… ¿de qué me sirve?
Un montón de esfuerzos resignados sin creer en ello,
desgastando mis ganas de trabajar por mi propia cuenta…
Mi mayor pesar es ese sentimiento del deber frustrante, y el
sentimiento de culpa al no resignarme a este primero…
Me siento frustrado si me esfuerzo en seguir el ritmo
marcado porque no me deja tiempo para desarrollarme por mi propio camino. Así
que al final acabo no esforzándome de esa manera, pero no aprovecho tampoco el
tiempo que ahorro con ello. Lo acabo desperdiciando, desganado por esa mezcla
de preocupación y culpa por lo de clase…
Necesito aclararme. O bien me resigno al plan académico este
año (no me veo capaz, porque no tengo motivos salvo la culpa) o me libro de
este maldito malestar para centrarme en mi camino desde este mismo momento,
esforzándome en sacar el máximo jugo a las enseñanzas y experiencias de clase
pero olvidándome de esas tareas que encuentro improductivas.
No se si podré afrentarlo yo solo, porque la raíz del
sentimiento de culpa no está en mi sino en mis padres…
Hasta que no lo aclare las dudas y la culpa me hacen querer
distraer la mente, así es como estoy perdiendo el tiempo. Me drogo con
videojuegos.
Y a todo esto sumemos otro pesar más…
Lejanía, falta de contacto… si no fuera porque me tengo a mi
mismo, añadía la palabra soledad…
Hay personas a las que quiero acompañar y ayudar. No hablo
de un poco, sino de que mi ayuda podría cambiarles enormemente su existencia.
Mientras tanto me animarían a mí a esforzarme.
Pero esas personas están lejos, y con las personas que tengo
aquí cerca, no puedo tener contacto porque _ n-o _ h-a-y _ t-i-e-m-p-o _ con el
ritmo del curso… (más por su parte que por la mía que, como digo (y amargamente
lo digo) lo voy perdiendo…)